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lunes, 17 de noviembre de 2014

Manifestación 009 Ciertos factores que han incidido en nuestra identidad nacional



6.        INSIGNE CIENTÍFICO EN ÉPOCA DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO, PEDRO VICENTE MALDONADO PALOMINO Y FLORES


Continuando con los factores positivos que nuestra nación y país poseen y, que no han sido explotados decidida y notablemente en favor del fortalecimiento de nuestra identidad nacional, me referiré al erudito riobambeño Pedro Vicente Maldonado Palomino y Flores, oriundo de la Real Audiencia de Quito, quien fue el primero y único sabio (científico) de toda la América India de aquella época, en ser recibido por las Academias de Ciencias de Paris y Londres, en las que compartió experiencias y conocimientos científicos y técnicos, en aquellos años de la colonia española, luego de haber participado con renombrados científicos de la Misión Geodésica Francesa, que llegaron a estas comarcas en el año de 1736. Acontecimiento que demuestra el gran talento y calidad de seres humanos que forman parte de nuestra sociedad, desde sus orígenes y nos debe llenar de orgullo y motivarnos a seguir por el sendero trazado por estos notables compatriotas.

Poquísimos conciudadanos han emulado su ejemplo; sin embargo, considero que no se ha aprovechado entusiastamente de su legado ni se ha valorado su existencia, en la verdadera dimensión que tan excelso personaje significa, para orgullo de la patria ni se ha arraigado, en la conciencia nacional el valor intelectual, social, humano y ejemplar de un hijo de este pueblo. Y así hay varios ilustres compatriotas que, a lo largo de la vida del país, han dejado profundas huellas que no se han querido ver ni seguir. Este asunto es doloroso, porque se evidencia el desinterés y falta de políticas de Estado para velar por el engrandecimiento de la identidad de la nación ecuatoriana.

El actual gobierno nacional, ha dado impulso y motivado el espíritu inquieto, investigativo, intelectual y científico de los jóvenes de nuestro país, a través de becas para estudios en el exterior, de la creación de universidades destinadas a este fin e implementación de una política educativa orientada a acrecentar y fortalecer el joven y efervescente talento ecuatoriano. Lo que incidirá positivamente en nuestra débil identidad nacional y orgullo patrio. Muy bien por el desarrollo de la Patria y por su importante incidencia en nuestra identidad de ecuatorianos.







   
Pedro Vicente Maldonado Palomino y Flores, ilustre paradigma de nuestra nación ecuatoriana 




7.        FRANCISCO JAVIER EUGENIO DE SANTA CRUZ Y ESPEJO, REPRESENTANTE DE LA REBELDÍA, GENEROSIDAD, IDENTIDAD Y VALOR DE ESTE PUEBLO


Qué decir de nuestro ilustrísimo quiteño Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. Insigne médico, periodista, escritor, comunicador, líder libertario y sobre todo patriota, cuyas ideas políticas iniciaron posteriormente la gestación y generación del proceso independentista. Como miembro de la “Sociedad Patriótica de Amigos del País” crea el primer periódico de la colonia titulado “Primicias de la Cultura de Quito”, a través del cual proclama el liberarse de las Colonias españolas.

Ofrendó generoso su vida por la causa revolucionaria, de justicia y libertad para su pueblo y su tierra, dejando un legado de valor, rebeldía, generosidad, de identidad y pertenencia que, posiblemente los ecuatorianos de hoy no estaríamos a la altura del gestor y precursor del “Quito Luz de América”.

Es menester que la nuestra juventud y sociedad toda, conozca y profundice sobre la significativa herencia de este patriota y valiente ciudadano de nuestra tierra. Que difundamos e imitemos su obra y ejemplo, a fin de fortalecer nuestro orgullo patrio, por contar con un compatriota de virtudes, cualidades, principios y valores definidos y sólidos. Paradigma para todo ecuatoriano.


Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. Pura manifestación de identidad nacional de nuestro pueblo.


8.        EPOCA DE CONFLICTOS INTERNOS, PUGNAS E INMADUREZ POLÍTICA


En la Época Republicana, en sus inicios, tal vez durante sus primeras décadas, como es conocido, la inestabilidad política, impericia, emociones confusas, ambiciones, prevalecieron en la novel república. Sin embargo, desde que el Ecuador es república, aún su sociedad no ha logrado estructurar claramente y sentir el privilegio de este gran organismo político-social y su sistema político llamado democracia. Y poder consolidar, una fuerte identidad nacional basada en los resultados de un trabajo intelectual, nacionalista y maduro por parte de los responsables de lo político, educativo, social y jurídico; caso contrario, que se observen y evidencien los resultados débiles, inmaduros y vergonzosos que la actual república viene soportando, en el campo de la identidad nacional y amor a la patria.

Época llena de conflictos internos y pugnas políticas intranscendentes, que no han sido de mayor provecho, en este campo de la identidad nacional. Etapa con gente fanática y sin experiencia en cuanto a cómo se debe vivir en libertad y de poder autogobernarse, sino que se recuerde lo que se hizo con Eloy Alfaro, con Gabriel García Moreno, Manuelita Sáenz y tantos otros ciudadanos asesinados o desterrados, que sólo pensaron en el bien común, libertad, progreso y desarrollo nacional.




Turba enardecida arrastrando, por la calles de Quito, el cadáver del General Eloy Alfaro en 1912

¿Cuántas Constituciones? ¿Cuántos presidentes derrocados? ¿Cuántas agrupaciones y partidos políticos? Contexto social que demuestra la inmadurez política de este pueblo de débiles valores patrióticos, que soporta con valentía la pobreza y miseria de la población, con una identidad nacional frágil, deficiente o incipiente.

Invito a pensar tan sólo un momento ¿qué ocurriría si la presente sociedad fuese dueña de una fuerte identidad nacional y un decidido amor a la patria? ¿Estaría en las condiciones precarias en las que se encuentra actualmente tanto, en lo social, económico, político y espiritual? Considero que no, porque sus decididos miembros, los nobles y valientes ciudadanos se hubiesen comprometido mucho más con el desarrollo y justicia social del Ecuador y hubiesen exigido a sus gobiernos de turno, a los actores responsables del desarrollo del país, resultados coherentes con el sentimiento de amor y respeto para con su patria. Habrían obligado al cumplimiento de los objetivos nacionales. Se hubiese combatido y se combatiría decididamente la corrupción, en aras de sus obligaciones para con ella.

Los interminables, perniciosos y funestos conflictos políticos, las cínicas mañas y prácticas politiqueras que hasta el presente consumen el valioso tiempo; producen un terrible mal ejemplo para niños, jóvenes y adultos. No se entregan productos de dimensión superior, de corte intelectual, propios de las élites gobernantes, que es lo que la sociedad espera y exige. Y que anhela que estos vengan cargados de valores, encaminados a fortalecer el amor y respeto por la patria, con el único afán de engrandecerla, desarrollarla, modernizarla y sobre todo, que la mayoría de sus habitantes alcancen niveles superiores de vida, bienestar, paz y progreso.




     
Vista del antiguo malecón de Guayaquil. Orgullo y nostalgia del ciudadano “guayaco”

Los ecuatorianos adultos de hoy tenemos serias responsabilidades por la falta de exigencias para con nosotros mismos e igualmente para con el Estado, en cuestiones de identidad nacional, al ser pasivos observadores, sin prestar interés ni dar la importancia debida por lo que hagan con la patria, con su futuro, con los recursos, por constituirnos en simples espectadores, como “convidados de piedra”, ante situaciones de ineficiencias e inoperancias públicas de ciertas autoridades que atentan contra el respeto y amor a la patria. Se tiene que reflexionar y aceptar maduramente la responsabilidad ciudadana incumplida y tomar los correctivos firmes e inmediatos.