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domingo, 7 de diciembre de 2014

Manifestación 011 Ciertos factores que han incidido en nuestra identidad nacional



9.              MANIFESTACIONES CON REPERCUSIONES NEGATIVAS EN LA IDENTIDAD NACIONAL


9.5.        Importancia del servicio militar para la patria

Considero que uno de los deberes primigenios para con la patria es que, todo ciudadano ecuatoriano, en su momento, debería cumplir con honor y decisión el servicio militar, hoy “Servicio cívico militar voluntario”. Noble actividad, que brinda al joven la oportunidad, única en su vida, de que a los 19 años de edad se separe temporalmente de su casa, de su familia, amigos, barrio, pueblo, entorno y salga a conocer otros lugares de su amada patria.

Primero la Patria

Esta provechosa e invalorable separación familiar, inicialmente muy dura y difícil, permitirá al joven reconocer, percibir y valorar a sus seres queridos, especialmente a su madre quien con su ternura y amor de siempre lo recibía cada día en su casa, a su padre que, con la rectitud del hogar, obligaba al cumplimiento de las normas sociales y familiares que, tantas veces, pudo incomodaban al joven adolescente. Llegará a valorar en mayor dimensión a sus amigos, sus vivencias y actividades que se desarrollan en dicha edad.


Sacrificada, dura y reconfortante actividad de protección y defensa de la Patria


Aprenderá a apreciar aún más, su entorno y las comodidades propias de su hogar; incluso las tediosas obligaciones escolares para que sea un buen profesional en el futuro. Descubrirá que es capaz de hacer cosas que posiblemente en su hogar no las realizaba nunca.

La disciplina militar, un tanto difícil al inicio, le impactará gratamente al joven bisoño; el estricto control y restricciones que experimentará durante el cumplimiento de su deber cívico y patriótico de ser un soldado de su patria, le incomodarán un poco al principio; mas el joven ecuatoriano sentirá paulatinamente que, su permanencia con los soldados profesionales de su país, es mucho más provechosa de lo que la mayoría de conciudadanos consideran, especialmente aquellos que no han cumplido con esta obligación sagrada para con su país.


Deber cívico y patriótico, al servicio de la sociedad

Evidenciará que en ninguna institución de la república, en ningún colegio ni universidad se guía y ofrece en forma pragmática, la enseñanza de cómo templar su espíritu, su carácter y capacitarse para enfrentar la difícil vida actual, con sus problemas y desafíos que requieren más de una actitud espiritual y de decisión, que de otros recursos, que le enseña el cuartel militar, que se constituye en el templo de virtudes y cualidades cívicas y patrióticas de la nación y del amor por la patria.

Este privilegiado joven ecuatoriano, evaluará y medirá sus capacidades y limitaciones físicas, morales, psíquicas, espirituales e intelectuales, en el corto tiempo de preparación que transcurrirá en el recinto militar. Comenzará a comprobar su nivel de resistencia física ante situaciones adversas y rigurosas, propias de las exigencias de un hombre de armas e irá forjando, poco a poco, su cuerpo, su carácter, personalidad y espíritu cívico y patriótico, para terminar con un consciente sentimiento de amor a su patria.



Su compromiso siempre será con la Paria

Cuando la mayoría de los padres piensan en la proximidad de la hora en que su hijo, en edad militar, debe presentarse a cumplir con el sagrado deber del servicio militar, para retribuir orgulloso y desprendido a la patria que lo vio nacer, comentan equivocadamente sobre el tiempo y estudios que “perdería” al acudir al cumplimiento de esta obligación como buen ciudadano ecuatoriano.

No es que el joven vaya a perder el tiempo ni que truncaría sus estudios superiores, al contrario, va a aprender y a ganar muchísimo, desde todo punto de vista de formación integral, pasando de un grado de inmadurez psicológica, propia de la edad, al de un grado de madurez emocional más definida y madura, llegando a la fortaleza física e intelectual que desarrollará durante el transcurso de su periodo de formación militar, para concluir con un alto grado de conciencia y sentido sobre el amor, respeto y responsabilidad cívica para con su patria, la sociedad y la familia.




Ofrenda diaria a la Patria

Este joven ecuatoriano va a complementar en este periodo de su vida, su formación integral como un ciudadano digno, generoso, sin temores y sin egoísmos. Aprenderá a caminar durante el día, en la penumbra y en la noche, con sol, con lluvia, con frío, por las pintorescas geografías de su patria. Tomará contacto con ciudadanos humildes y más necesitados que habitan en los lugares más recónditos del territorio nacional, en los que el joven militar tendrá la oportunidad de servir. Patrullará y vigilará, para garantizar la paz, la tranquilidad y la seguridad que sus hermanos civiles requieren, para impulsar el fundamental desarrollo de la nación.

Para aquellos padres que hicieron la conscripción, siéntanse orgullosos y felices, por la suerte que tendrá su hijo de salir favorecido para cumplir con tan importante responsabilidad cívica y patriótica. Y si no recuerden cuando ustedes la cumplieron; cuéntenle, sin tapujos ni resentimientos sobre los beneficios intangibles que esta experiencia militar les ha brindado en su vida, hasta el presente, a ustedes respetables padres de familia.

Quienes no hayan cumplido con este noble y sagrado deber patrio, no sabe lo que son las exigencias físicas, psíquicas y mentales extremas, no saben de las largas jornadas de aprendizaje de técnicas y táctica militares recibidas desde las primeras horas del día, no saben de las guardias en las noches frías o sofocantes, de las largas y agotadoras marchas bajo la lluvia o un incandescente sol, que templan el carácter y el cuerpo del ciudadano.


Las exigencias extremas en función de la Patria


El varón que no ha pasado por un cuartel del Ejército ecuatoriano no conoce del fiel cumplimiento del deber militar, forjado en pistas de entrenamiento para el combate o en los lejanos e inhóspitos destacamentos ecuatorianos de frontera. No comprende lo que se siente al disparar las armas de la patria en los “polígonos y pistas de tiro” durante el sublime entrenamiento para la defensa del honor y dignidad nacional.

Así es como un joven ciudadano consciente y decidido, continúa amando a su patria grande e inmortal, para saber defenderla con heroísmo, en una inesperada conflagración bélica o luego de su formación castrense, desde la trinchera del profesional digno, honrado, noble y competente. Así de idealista y grande debe ser el joven ecuatoriano que realmente ama y respeta a su patria.

En un cuartel militar no sólo se prepara al ciudadano para la guerra, sino también para cumplir misiones de solidaridad, desarrollo, seguridad ciudadana, mantenimiento de la paz. Para que su formación como hombres de bien, valerosos y decididos, se vea acrecentada con esta noble y rigurosa experiencia. Primordialmente se lo prepara en el desarrollo de una conciencia cívica y de amor patrio, sin temor y egoísmo alguno.



El soldado no solo es un hombre de guerra

En su Ejército, el joven ecuatoriano, encontrará siempre una cama para dormir. Desayuno almuerzo y merienda para recuperar las energías perdidas durante el agotador entrenamiento militar. Prendas de vestir y uniformes militares para protegerse en las intensas jornadas de preparación. Y sobre todo, encontrará un soldado profesional amigo, dispuesto a guiarlo por el sendero de los valores cívicos y patrióticos, que lo transformarán en un ciudadano integro, respetuoso y muy disciplinado.

Es falso que el maltrato al ciudadano que cumple con su servicio militar de honor y tributo a la patria, se produzca al interior de los cuarteles. Si bien es cierto que en décadas pretéritas, las circunstancias del entrenamiento militar influenciado por constantes amenazas de guerra y riesgos bélicos, motivaron a los instructores de esos tiempos a recurrir a la exigencia física exagerada, que rayaba en maltrato intencionado para, dizque, fortalecer a los combatientes y prepararlos para los horrores y rigores de la guerra, mas son cosas del pasado.



Su férrea formación lo hace muy humano




La vida militar es totalmente desconocida para la mayoría de los ecuatorianos; sin embargo, padres ecuatorianos, motiven a sus hijos y fomenten su deseo de aprender a conocer, amar, sentir, defender y respetar todo lo que se considera patria. Promuevan a que cumplan con su deber cívico del servicio militar para con su Ecuador. El evitar e interrumpir el cumplimiento de esta honorable y viril responsabilidad patriótica, provocará a que se continúe por el mismo camino del desinterés, apatía y debilidad cívica.


¡Jamás será un año perdido!

Manifestación 010 Ciertos factores que han incidido en nuestra identidad nacional



9.MANIFESTACIONES CON REPERCUSIONES NEGATIVAS EN LA IDENTIDAD NACIONAL

La riqueza cultural, el desarrollo social, ciencia, tecnología y, un sinnúmero de campos y saberes humanos de nuestro país, se verían favorecidos en gran manera, si primero se fortalece el espíritu nacional y se fomenta el sacrificio patriótico, en nuestra sociedad, como plataforma para lograrlos.

9.1.        Fiestas cívicas sin importancia patriótica

Los famosos “puentes” en fiestas cívicas que, tanto daño han causado a la consolidación y recuerdo del conocimiento cívico – histórico, han actuado en contra del sentimiento de respeto hacia los acontecimientos históricos que se conmemoran en determinadas fechas; en sí, han afectado directamente a la identidad nacional y al orgullo patrio, escudándose detrás de un seudo favor al turismo. Incidiendo negativamente en la conciencia ecuatoriana, dando como resultado un vergonzoso desconocimiento, por parte de la mayoría de la población, sobre importantes hechos históricos de la nación, menoscabando profundamente al sentimiento vital de amor a la patria. Se está matando paulatinamente a la identidad nacional o bien, se le hace un flaco favor para fortalecerla y que el ciudadano sienta mayor orgullo e identidad por su país.

Se debería exigir que el gobierno de turno, respete las fechas cívicas y patrióticas y se motive a la sociedad para que celebre y se regocije patrióticamente de lo que es y de lo que tiene, gracias a sus ancestros. Fortaleceremos mayormente el sentimiento de orgullo y pertenencia en nuestros conciudadanos. Será mucho más beneficioso que el descansar y divertirse sin considerar el motivo fundamental que ha generado dicha situación.

 
Hermosa playa de Jambelí, provincia de El Oro

9.2.        La sociedad reclama valores cívicos y patrióticos

La criticable decisión estatal, tomada desde hace varios años, de reducir o lo que es peor de eliminar de los planes y programas académicos o mallas curriculares, ciertos contenidos sobre historia nacional, geografía del Ecuador, educación moral y cívica, base fundamental de toda sociedad para fomentar, en sus conciudadanos, primero el conocimiento geofísico, social, cultural e histórico del país, para sobre la base de esta experiencia, fortalecer el respeto y un amor consciente a la patria, logrando arraigar el sentimiento de identidad nacional, reforzar el espíritu cívico ecuatoriano. Esta ligera y precipitada decisión gubernamental ha incidido negativa y dolorosamente en la consecución de este primordial fin nacional.



Ceremonia cívico - militar


Espectacular hongo eruptivo del volcán Pichincha. Quito - Ecuador


9.3.        Primero la patria y luego lo particular

Otro aspecto y actor preponderante en la incidencia negativa para que la identidad ecuatoriana se encuentre en niveles de desarrollo tan bajos es, en el ámbito educativo, con todo su entorno y elementos que lo constituyen; incluyéndose la sociedad, que es quien ofrece y recibe al ser humano una vez finalizada su etapa dentro del sistema educativo.

¿El por qué me permito responsabiliza al sistema educativo nacional, de una parte, de esta deficiencia nacional? porque no se han determinado acertadamente los fines y objetivos para lograr y desarrollar, en el pueblo ecuatoriano, una verdadera identidad nacional. No se han diseñado y elaborado planes y programas destinados a conseguir tales objetivos ni a fortalecer lo poco de identidad que se mantiene.

No se evidencian ni confirman políticas, estrategias ni actividades estatales decididas, profundas y serias para alcanzar que el ciudadano ecuatoriano disponga de un fuerte sentimiento de amor y respeto a la patria, en forma permanente y bajo cualquier circunstancia. “Primero la patria y luego lo particular” debería ser la consigna, mas esto no existe en el Ecuador y es la obligación, desde hoy, a considerar con suprema urgencia.

El Ejecutivo y la función Legislativa deberían disponer, a la Comisión Parlamentaria de lo Cultural que exija, se fijen las políticas, leyes y estrategias tendientes a proporcionar a la sociedad ecuatoriana ese espiritual, sensible y tenaz escudo llamado: “Identidad Nacional Ecuatoriana”. Es vital para que el país crezca y se desarrolle sobre una sólida base de talento y sentimiento netamente humano, capaz de soportar cualquier adversidad, fundamentado en su fuerte amor patrio. Que lleguen sus habitantes, hasta al sacrificio, sin que nadie les obligue, sino que actúen por conciencia y propia voluntad y logren aceptar una situación patriótica de coraje, decisión y dinamismo, sin egoísmo ni cálculos mezquinos, en el momento de defender o engrandecer a la Patria.

Infelizmente, no tenemos en nuestro país la costumbre ni existe el mes determinado como el mes de las “FIESTAS PATRIAS”, que sería el mes de mayo; toda vez que, en esta fecha, nuestra nación, alcanza en 1822 su independencia definitiva; por tal motivo se recuerda y conmemora la más grande batalla de la independencia: la “Batalla de Pichincha”; batalla que cierra definitivamente la empresa libertaria en el Departamento del Sur, integrando posteriormente la llamada Gran Colombia y que permitió a los ciudadanos de entonces, conseguir la libertad de su espíritu, mente, convicciones; librarse de tanta opresión y maltrato de los españoles que esclavizaron y humillaron a nuestros altivos e ingenuos antecesores; dignos ciudadanos a quienes se les debe la gratitud de poder hoy gozar de ese sagrado bien común llamado libertad, de todas estas garantías que permiten vivir en democracia, con derecho y respeto a la vida, derecho a la educación, salud, propiedad privada, libertad de culto, de expresión y tantas y tantas otras garantías de las cuales disfrutamos en la actualidad, a pesar de que, aún no se ha logrado valorarlos en la real dimensión.


El ideal patriótico. En la actualidad, a nadie le interesa.

El disponer de un espacio en el calendario cívico, para que los ecuatorianos podamos exteriorizar, con mayor espontaneidad, con pasión, los sentimientos cívicos, ciudadanos y patrióticos, es prioritario y básico, a fin de fortalecer el espíritu patrio, nuestra identidad nacional y demás valores relacionados con el amor y respeto a nuestro país. Por lo tanto, su ausencia, produce un impacto contundentemente negativo, en la consecución de este propósito.

9.4.        Agresiva invasión cultural y de costumbres foráneas

En el Estado ecuatoriano, los medios de comunicación social y la propia sociedad no han desplegado aún, un verdadero y decidido esfuerzo ante la permanente y agresiva invasión cultural y de costumbres foráneas, que vía televisión, música, cine, Internet, literatura y el uso de un sinnúmero de tecnologías de la información que el ser humano de hoy dispone, vienen conspirando durante años e incidiendo negativamente en la formación y crecimiento de la identidad ecuatoriana, toda vez que el ciudadano se encuentra desprotegido y débil en su espíritu nacional e identidad y, lo que es peor, está muy sensible y expuesto, pues tiende a adquirir y asumir como propia, cualquier manifestación y tendencia cultural que le permita identificarse y llenar el vacío, por la poca o reducida identidad nacional que posee.



         

Agresividad, uso de drogas, fiestas de origen exógeno


lunes, 17 de noviembre de 2014

Manifestación 009 Ciertos factores que han incidido en nuestra identidad nacional



6.        INSIGNE CIENTÍFICO EN ÉPOCA DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO, PEDRO VICENTE MALDONADO PALOMINO Y FLORES


Continuando con los factores positivos que nuestra nación y país poseen y, que no han sido explotados decidida y notablemente en favor del fortalecimiento de nuestra identidad nacional, me referiré al erudito riobambeño Pedro Vicente Maldonado Palomino y Flores, oriundo de la Real Audiencia de Quito, quien fue el primero y único sabio (científico) de toda la América India de aquella época, en ser recibido por las Academias de Ciencias de Paris y Londres, en las que compartió experiencias y conocimientos científicos y técnicos, en aquellos años de la colonia española, luego de haber participado con renombrados científicos de la Misión Geodésica Francesa, que llegaron a estas comarcas en el año de 1736. Acontecimiento que demuestra el gran talento y calidad de seres humanos que forman parte de nuestra sociedad, desde sus orígenes y nos debe llenar de orgullo y motivarnos a seguir por el sendero trazado por estos notables compatriotas.

Poquísimos conciudadanos han emulado su ejemplo; sin embargo, considero que no se ha aprovechado entusiastamente de su legado ni se ha valorado su existencia, en la verdadera dimensión que tan excelso personaje significa, para orgullo de la patria ni se ha arraigado, en la conciencia nacional el valor intelectual, social, humano y ejemplar de un hijo de este pueblo. Y así hay varios ilustres compatriotas que, a lo largo de la vida del país, han dejado profundas huellas que no se han querido ver ni seguir. Este asunto es doloroso, porque se evidencia el desinterés y falta de políticas de Estado para velar por el engrandecimiento de la identidad de la nación ecuatoriana.

El actual gobierno nacional, ha dado impulso y motivado el espíritu inquieto, investigativo, intelectual y científico de los jóvenes de nuestro país, a través de becas para estudios en el exterior, de la creación de universidades destinadas a este fin e implementación de una política educativa orientada a acrecentar y fortalecer el joven y efervescente talento ecuatoriano. Lo que incidirá positivamente en nuestra débil identidad nacional y orgullo patrio. Muy bien por el desarrollo de la Patria y por su importante incidencia en nuestra identidad de ecuatorianos.







   
Pedro Vicente Maldonado Palomino y Flores, ilustre paradigma de nuestra nación ecuatoriana 




7.        FRANCISCO JAVIER EUGENIO DE SANTA CRUZ Y ESPEJO, REPRESENTANTE DE LA REBELDÍA, GENEROSIDAD, IDENTIDAD Y VALOR DE ESTE PUEBLO


Qué decir de nuestro ilustrísimo quiteño Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. Insigne médico, periodista, escritor, comunicador, líder libertario y sobre todo patriota, cuyas ideas políticas iniciaron posteriormente la gestación y generación del proceso independentista. Como miembro de la “Sociedad Patriótica de Amigos del País” crea el primer periódico de la colonia titulado “Primicias de la Cultura de Quito”, a través del cual proclama el liberarse de las Colonias españolas.

Ofrendó generoso su vida por la causa revolucionaria, de justicia y libertad para su pueblo y su tierra, dejando un legado de valor, rebeldía, generosidad, de identidad y pertenencia que, posiblemente los ecuatorianos de hoy no estaríamos a la altura del gestor y precursor del “Quito Luz de América”.

Es menester que la nuestra juventud y sociedad toda, conozca y profundice sobre la significativa herencia de este patriota y valiente ciudadano de nuestra tierra. Que difundamos e imitemos su obra y ejemplo, a fin de fortalecer nuestro orgullo patrio, por contar con un compatriota de virtudes, cualidades, principios y valores definidos y sólidos. Paradigma para todo ecuatoriano.


Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo. Pura manifestación de identidad nacional de nuestro pueblo.


8.        EPOCA DE CONFLICTOS INTERNOS, PUGNAS E INMADUREZ POLÍTICA


En la Época Republicana, en sus inicios, tal vez durante sus primeras décadas, como es conocido, la inestabilidad política, impericia, emociones confusas, ambiciones, prevalecieron en la novel república. Sin embargo, desde que el Ecuador es república, aún su sociedad no ha logrado estructurar claramente y sentir el privilegio de este gran organismo político-social y su sistema político llamado democracia. Y poder consolidar, una fuerte identidad nacional basada en los resultados de un trabajo intelectual, nacionalista y maduro por parte de los responsables de lo político, educativo, social y jurídico; caso contrario, que se observen y evidencien los resultados débiles, inmaduros y vergonzosos que la actual república viene soportando, en el campo de la identidad nacional y amor a la patria.

Época llena de conflictos internos y pugnas políticas intranscendentes, que no han sido de mayor provecho, en este campo de la identidad nacional. Etapa con gente fanática y sin experiencia en cuanto a cómo se debe vivir en libertad y de poder autogobernarse, sino que se recuerde lo que se hizo con Eloy Alfaro, con Gabriel García Moreno, Manuelita Sáenz y tantos otros ciudadanos asesinados o desterrados, que sólo pensaron en el bien común, libertad, progreso y desarrollo nacional.




Turba enardecida arrastrando, por la calles de Quito, el cadáver del General Eloy Alfaro en 1912

¿Cuántas Constituciones? ¿Cuántos presidentes derrocados? ¿Cuántas agrupaciones y partidos políticos? Contexto social que demuestra la inmadurez política de este pueblo de débiles valores patrióticos, que soporta con valentía la pobreza y miseria de la población, con una identidad nacional frágil, deficiente o incipiente.

Invito a pensar tan sólo un momento ¿qué ocurriría si la presente sociedad fuese dueña de una fuerte identidad nacional y un decidido amor a la patria? ¿Estaría en las condiciones precarias en las que se encuentra actualmente tanto, en lo social, económico, político y espiritual? Considero que no, porque sus decididos miembros, los nobles y valientes ciudadanos se hubiesen comprometido mucho más con el desarrollo y justicia social del Ecuador y hubiesen exigido a sus gobiernos de turno, a los actores responsables del desarrollo del país, resultados coherentes con el sentimiento de amor y respeto para con su patria. Habrían obligado al cumplimiento de los objetivos nacionales. Se hubiese combatido y se combatiría decididamente la corrupción, en aras de sus obligaciones para con ella.

Los interminables, perniciosos y funestos conflictos políticos, las cínicas mañas y prácticas politiqueras que hasta el presente consumen el valioso tiempo; producen un terrible mal ejemplo para niños, jóvenes y adultos. No se entregan productos de dimensión superior, de corte intelectual, propios de las élites gobernantes, que es lo que la sociedad espera y exige. Y que anhela que estos vengan cargados de valores, encaminados a fortalecer el amor y respeto por la patria, con el único afán de engrandecerla, desarrollarla, modernizarla y sobre todo, que la mayoría de sus habitantes alcancen niveles superiores de vida, bienestar, paz y progreso.




     
Vista del antiguo malecón de Guayaquil. Orgullo y nostalgia del ciudadano “guayaco”

Los ecuatorianos adultos de hoy tenemos serias responsabilidades por la falta de exigencias para con nosotros mismos e igualmente para con el Estado, en cuestiones de identidad nacional, al ser pasivos observadores, sin prestar interés ni dar la importancia debida por lo que hagan con la patria, con su futuro, con los recursos, por constituirnos en simples espectadores, como “convidados de piedra”, ante situaciones de ineficiencias e inoperancias públicas de ciertas autoridades que atentan contra el respeto y amor a la patria. Se tiene que reflexionar y aceptar maduramente la responsabilidad ciudadana incumplida y tomar los correctivos firmes e inmediatos.