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miércoles, 16 de julio de 2014

Manifestación E005 Ciertos factores que han incidido en nuestra Identidad Nacional



Iniciaré refiriéndome a varios factores, situaciones y particularidades específicas que, a mi juicio, han incidido directamente sobre la identidad nacional ecuatoriana, evitado que alcance niveles de crecimiento y evolución fuertes y necesarios.

En cierta manera, estos aspectos no han generado la oportunidad o no han permitido establecer el esencial ambiente favorable para que se alcance el fortalecimiento espiritual y cívico del ciudadano ecuatoriano. No han proporcionado la seguridad ni aquel sentimiento vital de identidad y pertenencia con este terruño para que, éste ser social, luche por el engrandecimiento, por el desarrollo, por hacer que ésta, su venerada patria sobresalga, como hubiésemos querido, no solo a nivel doméstico sino a nivel internacional. Esto será susceptible de alcanzar, si todos los habitantes y miembros de la sociedad ecuatoriana nos propongamos y comprometamos entusiastamente con el logro de tan trascendental objetivo.

Una gran parte de conciudadanos ecuatorianos no están lo suficientemente motivados ni dispuestos, para generar decididamente el progreso y desarrollo de nuestro país, porque infelizmente no han aprendido aún, a conocer íntegramente a su patria y todo su maravilloso potencial y recursos de toda índole, que la conforma, para así poder sentir ese ardiente y motivador amor patrio. No conocen, no sienten ni aprecian lo suficiente lo prodigioso y fértil que es su terruño, como para poder ofrecer su entrega total, en beneficio de su muy generoso Ecuador.

Desde el ámbito antropológico sí, todos los ecuatorianos de hoy nos identificásemos un poco más con nuestros orígenes, con los pueblos de la Época Preincaica que habitaron y se desarrollaron en los territorios del actual Ecuador, con su cultura y circunstancia, la situación de identidad nacional sería diferente, se vería mayormente fortalecida. Entre los más importantes y representativos grupos ancestrales se los puede mencionar a los altivos e indomables Shyris, Puruhaes, Manteños, Huancavilcas, Cañaris, Caránquis, Pastos, Quitus; además de importantes y legendarios pueblos y comunidades amazónicas como: la Huaorani, Kichwa, Cofán, Shuar, Quijos, entre otras. En función al gran valor étnico, cultural y humano que se reconocería en ellos y que ha trascendido hasta la actualidad; sin embargo, que han sobrevivido a una época cruel, inhumana y sanguinaria como la colonial.

Se podría manifestar que no se ha hecho lo necesario como para que los ecuatorianos nos sintamos verdaderos descendientes de estos bravos, altivos y tenaces nativos, paradigmas de la nacionalidad ecuatoriana. Por el contrario, cualquier relación con estas culturas ancestrales se la considera como algo ridículo, despreciable y ajeno. Hay que ser profundo y generoso para reconocer y evolucionar.

Para el ecuatoriano, en su gran mayoría, el que se lo compare o se lo tilde de indio, es atroz e indignante insulto. Evidencia de una profunda falta de identidad nacional, reforzada por una planificación carente de pragmatismo, por la ausencia de metodologías y contenidos académicos y didácticos más auténticos en la escolaridad nacional. Es el desconocimiento sobre la cosmovisión y cosmogonía de estos grandes pueblos y confederaciones indígenas que habitaron estas comarcas, hasta no hace poco. Mas, todavía existen, aunque pocos, reductos de esta noble y altiva gente, olvidada y maltratada, en espera de que se la rescate y valore en la justa dimensión que históricamente les corresponde.

Ya es hora de que se tome conciencia de la importancia, valor e influencia, de este aspecto humano, antropológico, en la conformación de la nacionalidad ecuatoriana y por ende de nuestra identidad nacional.


1.              NUESTROS ANCESTROS COSTEÑOS


Todos los ecuatorianos tenemos la obligación moral y cívica de conocer, profundizar el estudio, difundir y mantener presente la existencia y trascendencia de nuestros pueblos aborígenes costeños. De aquellos Valdivia, Machalilla, Chorrera, Manteños y Huancavilcas, intrépidos y valerosos navegantes que dominaron las profundas y peligrosas aguas oceánicas y recorrieron las extensas costas occidentales del hoy continente americano; sobre sus ingeniosas balsas marítimas, guiados por conocimientos de avanzadas técnicas de navegación, tiempo y astronomía, demostrando en aquel momento histórico en que, repentinamente se encontraron, el primer español navegante por estas desconocidas latitudes en 1526, Bartolomé Ruiz, con la milenaria e intrépida balsa del Pueblo Manteño, quedando evidenciado que, los aborígenes costeños del Reino de Quito conquistaron y expandieron su comercio y actividades socioculturales precolombinas por la “Mar del Sur”, durante siglos.

Archivo:Balsa del Corregimiento de Guayaquil y sus contigüedades - AHG.jpg

Ningún otro pueblo aborigen del continente, en las costas del Pacifico, existió y exploró la soberanía marítima, en épocas pretéritas como lo hicieron nuestros dinámicos y aventureros ancestros y que nos legaron generosos y altivos para que la conservemos, nos sintamos muy orgullosos y sigamos sus valientes y atrevidos pasos. Situación que lamentablemente no ha progresado y no hemos podido cumplir ni mantener dicho histórico legado.



Archivo:MarcaraHuancavilca1.jpg