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viernes, 29 de mayo de 2015

Manifestación E019: Fortalezas que disponemos para consolidar una fuerte identidad nacional



3.         EXCEPCIONAL TALENTO HUMANO DE LA PATRIA


3.2.     Doña Manuela Cañizares y Álvarez, la heroína de la Independencia de la Real Audiencia de Quito.

En tiempos de la colonia, cuando el hacer y asuntos políticos eran cosas exclusivas de los hombres, mientras que las mujeres se dedicaban a las cuestiones del hogar, al tejido, al bordado, a la costura y demás menesteres de casa, surgen ciertos espíritus femeninos que sobresalen y resplandecen para gloria de su género, de su raza, de su Patria.

Otra brillante y notabilísima mujer quiteña que todos los ecuatorianos debemos reconocer y mantenerla presente por su carácter, personalidad, valentía y amor a la libertad, se trata de Doña Manuela Cañizares y Álvarez, decidida heroína de la Independencia de la Real Audiencia de Quito.

 Espíritu rebelde y altivo de la Patria que debería ser emulado por nuestras mujeres de hoy

Mujer inspirada y de espíritu justo, intrépido y rebelde, infunde valor y anima a los patriotas quiteños para que, en su propia casa, tomen las heroicas decisiones de desconocer el gobierno español, detentado por Manuel Urriez (conde Ruiz de Castilla) Presidente de la Real Audiencia de Quito en aquella época de miseria, infamia e ignominia y, conformar una Junta Soberana, declarar la independencia de esta noble y rica tierra americana, sobre la base de las ideas revolucionarias del gran precursor Eugenio de Santa Cruz y Espejo.

Otro espíritu intrépido y aguerrido, de nombre Manuela


Manuela Cañizares y Álvarez, es la auténtica mujer quiteña insurrecta, subversiva, sublevada, insurgente e insumisa, que incidió en el espíritu patriótico de Quito, con toda su rebeldía, coraje, patriotismo y decisión, en contra de la esclavitud, injusticia, miseria, explotación, infamia, deshonor, vileza, ruindad; acciones y efectos provocados por los ambiciosos y usurpadores españoles de aquel momento histórico de la patria, al estimular decididamente a los patriotas quiteños que, en un determinado momento, requirieron el apoyo justo y oportuno de uno de los más excelsos espíritus revolucionarios del Quito insurrecto, sobre todo de un espíritu cargado de bríos, fe y bravura, el de Manuela Cañizares que, en la madrugada del día más grande e histórico para el destino de la Presidencia de Quito, invocó a la estirpe rebelde de los hijos del suelo, para que la decisión de los líderes de la libertad, fuera la más indicada y acertada, acorde con la legendaria rebeldía del pueblo quiteño.


Mujer de la digna y rebelde estirpe quiteña. Orgullo de talento ancestral


Es pertinente recordar a aquellos indómitos héroes y mártires de la independencia que, junto a Manuela Cañizares, osaron levantarse en contra de su alteza real, el rey de España e instaurar la Junta Soberana de Quito, estos son para gloria de la patria: Juan Pío Montúfar (Marques de Selva Alegre), capitán Juan Salinas, Dr. Juan de Dios Morales, Dr. Manuel Rodríguez Quiroga, Dr. José Riofrío, comandante Nicolás de la Peña, su esposa Rosa Zárate y su hijo Antonio, Dr. Pablo Arenas, José Mejía Lequerica, Dr. Antonio Ante, Antonio Aguirre, el poeta Juan Larrea, el obispo José Cuero y Caicedo, entre otros quiteños, insurrectos del 10 de agosto de 1809, quienes provocaron una reacción inmediata en las autoridades españolas de todas partes, que habitaban en los territorios explotados de la América india.
 
Ilustración gráfica de lo que fue la histórica noche de la libertad de nuestra Presidencia de Quito


Siempre será reconfortante para el real espíritu ciudadano de los ecuatorianos, el recordar su historia y el orgullo de tenerla, como inspiradora del devenir patrio.


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