6. INSIGNE CIENTÍFICO EN ÉPOCA DE LA REAL AUDIENCIA DE QUITO, PEDRO VICENTE
MALDONADO PALOMINO Y FLORES
Continuando con los factores positivos que nuestra
nación y país poseen y, que no han sido explotados decidida y notablemente en
favor del fortalecimiento de nuestra identidad nacional, me referiré al erudito
riobambeño Pedro Vicente Maldonado Palomino y Flores, oriundo de la Real
Audiencia de Quito, quien fue el primero y único sabio (científico) de toda la
América India de aquella época, en ser recibido por las Academias de Ciencias de Paris y Londres, en las que compartió
experiencias y conocimientos científicos y técnicos, en aquellos años de la
colonia española, luego de haber participado con renombrados científicos de la
Misión Geodésica Francesa, que llegaron a estas comarcas en el año de 1736.
Acontecimiento que demuestra el gran talento y calidad de seres humanos que
forman parte de nuestra sociedad, desde sus orígenes y nos debe llenar de
orgullo y motivarnos a seguir por el sendero trazado por estos notables
compatriotas.
Poquísimos conciudadanos
han emulado su ejemplo; sin embargo, considero que no se ha aprovechado
entusiastamente de su legado ni se ha valorado su existencia, en la verdadera
dimensión que tan excelso personaje significa, para orgullo de la patria ni se
ha arraigado, en la conciencia nacional el valor intelectual, social, humano y
ejemplar de un hijo de este pueblo. Y así hay varios ilustres compatriotas que,
a lo largo de la vida del país, han dejado profundas huellas que no se han
querido ver ni seguir. Este asunto es doloroso, porque se evidencia el
desinterés y falta de políticas de Estado para velar por el engrandecimiento de
la identidad de la nación ecuatoriana.
El actual gobierno
nacional, ha dado impulso y motivado el espíritu inquieto, investigativo, intelectual
y científico de los jóvenes de nuestro país, a través de becas para estudios en
el exterior, de la creación de universidades destinadas a este fin e
implementación de una política educativa orientada a acrecentar y fortalecer el
joven y efervescente talento ecuatoriano. Lo que incidirá positivamente en
nuestra débil identidad nacional y orgullo patrio. Muy bien por el desarrollo
de la Patria y por su importante incidencia en nuestra identidad de
ecuatorianos.
Pedro
Vicente Maldonado Palomino y Flores, ilustre paradigma de nuestra nación ecuatoriana
7. FRANCISCO
JAVIER EUGENIO DE SANTA CRUZ Y ESPEJO, REPRESENTANTE DE LA REBELDÍA,
GENEROSIDAD, IDENTIDAD Y VALOR
DE ESTE PUEBLO
Qué decir de
nuestro ilustrísimo quiteño Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo.
Insigne médico, periodista, escritor, comunicador, líder libertario y sobre
todo patriota, cuyas ideas políticas iniciaron posteriormente la gestación y
generación del proceso independentista. Como miembro de la “Sociedad Patriótica
de Amigos del País” crea el primer periódico de la colonia titulado “Primicias
de la Cultura de Quito”, a través del cual proclama el liberarse de las
Colonias españolas.
Ofrendó generoso
su vida por la causa revolucionaria, de justicia y libertad para su pueblo y su
tierra, dejando un legado de valor, rebeldía, generosidad, de identidad y
pertenencia que, posiblemente los ecuatorianos de hoy no estaríamos a la altura
del gestor y precursor del “Quito Luz de América”.
Es menester que la
nuestra juventud y sociedad toda, conozca y profundice sobre la significativa
herencia de este patriota y valiente ciudadano de nuestra tierra. Que
difundamos e imitemos su obra y ejemplo, a fin de fortalecer nuestro orgullo patrio,
por contar con un compatriota de virtudes, cualidades, principios y valores
definidos y sólidos. Paradigma para todo ecuatoriano.
Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y
Espejo. Pura manifestación de identidad nacional de nuestro pueblo.
8. EPOCA DE CONFLICTOS INTERNOS, PUGNAS E
INMADUREZ POLÍTICA
En la Época
Republicana, en sus inicios, tal vez durante sus primeras décadas, como es
conocido, la inestabilidad política, impericia, emociones confusas, ambiciones,
prevalecieron en la novel república. Sin embargo, desde que el Ecuador es
república, aún su sociedad no ha logrado estructurar claramente y sentir el
privilegio de este gran organismo político-social y su sistema político llamado
democracia. Y poder consolidar, una fuerte identidad nacional basada en los
resultados de un trabajo intelectual, nacionalista y maduro por parte de los
responsables de lo político, educativo, social y jurídico; caso contrario, que
se observen y evidencien los resultados débiles, inmaduros y vergonzosos que la
actual república viene soportando, en el campo de la identidad nacional y amor
a la patria.
Época llena de
conflictos internos y pugnas políticas intranscendentes, que no han sido de
mayor provecho, en este campo de la identidad nacional. Etapa con gente
fanática y sin experiencia en cuanto a cómo se debe vivir en libertad y de
poder autogobernarse, sino que se recuerde lo que se hizo con Eloy Alfaro, con
Gabriel García Moreno, Manuelita Sáenz y tantos otros ciudadanos asesinados o
desterrados, que sólo pensaron en el bien común, libertad, progreso y
desarrollo nacional.
Turba enardecida arrastrando, por la calles
de Quito, el cadáver del General Eloy Alfaro en 1912
Referencia fotografía: https://coterraneus.files.wordpress.com/2012/01/arrastre_eloy_alfaro.jpg
¿Cuántas
Constituciones? ¿Cuántos presidentes derrocados? ¿Cuántas agrupaciones y partidos
políticos? Contexto social que demuestra la inmadurez política de este pueblo
de débiles valores patrióticos, que soporta con valentía la pobreza y miseria
de la población, con una identidad nacional frágil, deficiente o incipiente.
Invito a pensar
tan sólo un momento ¿qué ocurriría si la presente sociedad fuese dueña de una
fuerte identidad nacional y un decidido amor a la patria? ¿Estaría en las
condiciones precarias en las que se encuentra actualmente tanto, en lo social,
económico, político y espiritual? Considero que no, porque sus decididos
miembros, los nobles y valientes ciudadanos se hubiesen comprometido mucho más
con el desarrollo y justicia social del Ecuador y hubiesen exigido a sus
gobiernos de turno, a los actores responsables del desarrollo del país,
resultados coherentes con el sentimiento de amor y respeto para con su patria.
Habrían obligado al cumplimiento de los objetivos nacionales. Se hubiese
combatido y se combatiría decididamente la corrupción, en aras de sus obligaciones
para con ella.
Los interminables,
perniciosos y funestos conflictos políticos, las cínicas mañas y prácticas
politiqueras que hasta el presente consumen el valioso tiempo; producen un
terrible mal ejemplo para niños, jóvenes y adultos. No se entregan productos de
dimensión superior, de corte intelectual, propios de las élites gobernantes,
que es lo que la sociedad espera y exige. Y que anhela que estos vengan
cargados de valores, encaminados a fortalecer el amor y respeto por la patria,
con el único afán de engrandecerla, desarrollarla, modernizarla y sobre todo,
que la mayoría de sus habitantes alcancen niveles superiores de vida,
bienestar, paz y progreso.
Vista del antiguo malecón de Guayaquil.
Orgullo y nostalgia del ciudadano “guayaco”
Los ecuatorianos
adultos de hoy tenemos serias responsabilidades por la falta de exigencias para
con nosotros mismos e igualmente para con el Estado, en cuestiones de identidad
nacional, al ser pasivos observadores, sin prestar interés ni dar la
importancia debida por lo que hagan con la patria, con su futuro, con los
recursos, por constituirnos en simples espectadores, como “convidados de
piedra”, ante situaciones de ineficiencias e inoperancias públicas de ciertas
autoridades que atentan contra el respeto y amor a la patria. Se tiene que
reflexionar y aceptar maduramente la responsabilidad ciudadana incumplida y
tomar los correctivos firmes e inmediatos.
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